Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

viernes, 20 de abril de 2018

César Eduardo Gutiérrez Rojas: 300 años: Masonería y masones (1717-2017)


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Articulo para analizar con la escuadra de la razón y el compás de la comprensión.
“Las campañas de fake news, para estar en el argot millennial, contra la masonería fueron cambiando dependiendo del contexto, popularmente vinculando a los masones con ideales liberales peyorativos, herejes, ateos, conspiradores, comunistas, judíos, extranjeros, “pinky y cerebro”, americanistas, entre otros calificativos”
En el marco de la conmemoración del aniversario 300 de la masonería especulativa, es poner en la “tribuna de la elocuencia” la discusión de los mitos y leyendas, tanto a favor como en oposición, que se construyeron alrededor de la institución y las personas asociadas. Los estudios que conforman 300 años: Masonería y masones (1717-2017), analizan a la orden y sus agremiados desde diversos enfoques y metodologías, constituyendo cinco tomos bajo las siguientes temáticas: Migraciones, Silencios, Artes, Exclusión y Cosmopolitismo.

En primer momento se pensaría que las investigaciones referidas tienen como lector ideal a especialistas en la materia, mismos que prejuiciosamente se cree no les agrada referir a las similitudes entre los masones y las sociedades exclusivas-secretas (a las que pertenecen todos, excepto Homero Simpson) de las series de televisión, cine o literatura; sin embargo, en el trascurso de la lectura, se deja claro cómo se forma un imaginario colectivo respecto a la masonería, consecuencia de supuestos, dimes y diretes que son parte de la cultura popular. Asimismo, se manifiesta la contraparte que identifica a la organización como una institución formal, discreta, conformada por individualidades que, en uso de su voluntad y libertad de asociación, deciden reunirse en un espacio privado, intercambiar civilizadamente sus interpretaciones y opiniones subjetivas, conformando, a la habermasiana, una esfera pública literaria que puede trasformar sus contenidos personales por comunes, manifestándose a través de la “opinión pública”, posibilitando la explicación del ideal social, sus manifestaciones, su trasformación en relación a un tiempo y espacio definido. La masonería puede percibirse como parte de la red societaria que conforma la sociedad civil.
Los estudios tradicionales sobre la masonería que se han enfocado en describir el ritual, los actores, las pertenencias del taller, han nulificado propuestas de análisis de las logias como instituciones plurimulticulturales que debaten, se deconstruyen y son globales, cosa que proponen las investigaciones de los cinco tomos. Las temáticas funcionan como columna vertebral para explicar la masonería especulativa.
Si hoy hablamos de una institución que formalizó y estandarizó sus rituales de convivencia a principios del siglo XVIII en una taberna londinense, la mítica Apple Tree, de Charles Street, según James Anderson y su Constituciones, refutada por Andrew Prescott con En busca del Apple Tree: Una revisión de los primeros años de la masonería inglesa, texto incluido en 300 años: Masonería y masones (1717-2017), fue por la expansión que logró durante tres siglos, a través de movimientos migratorios provocados por persecuciones políticas, religiosas, así como la propagación de rutas comerciales y la instauración de colonias e imperios de ultramar.
En el camino recorrido, la masonería fue proponiendo una cultura alternativa de asociación que rompió con las formas tradicionales de organización social y el monopolio de control civil por parte de instituciones del antiguo régimen, donde la constitución a un grupo fue condicionada por la pertenencia a un gremio, la familia y no por libre albedrío. Así, a través de movimientos migratorios realizados por iniciados en la masonería, se fueron propagando ideales modernos como la libertad, igualdad y tolerancia, construyendo esferas privadas y con ello una sociedad civil y su actuar público. Queda mencionar cómo las logias masónicas, al ser artífices de imperialismo, colonialismo, fueron promotoras de redes comerciales que a través de la fraternidad posibilitaron su inserción social, así como también contribuyeron a la depreciación de la otredad “incivilizada” desde el enfoque moderno-occidental.
Entre los “pecados” cometidos por la masonería y sus agremiados, se encuentra el haber desmonopolizado la organización societaria, rompiendo con el cuerpo social holista, manifestando libertad e igualdad entre personas, desde la concepción liberal de los siglos XVIII y XIX. Con ello, tanto el Estado absolutista como la Iglesia, quienes omnipresentes simbólicamente controlaban el orden público y privado, iniciaron campañas de desprestigio contra la organización, estigmatizando la secrecía de los masones, sus rituales, sociabilidades y relaciones, interpretándola como un desafío a su omnipresencia. Así, la discreción, ya fuera de sus trabajos, su enseñanza, sus lugares de reunión, fue concebida como un mecanismo para garantizar la seguridad individual, para posteriormente entenderse como una virtud que permite distinguir los límites entre las esferas íntima, privada y pública.
Las campañas de fake news, para estar en el argot millennial, contra la masonería fueron cambiando dependiendo del contexto, popularmente vinculando a los masones con ideales liberales peyorativos, herejes, ateos, conspiradores, comunistas, judíos, extranjeros, “pinky y cerebro”, americanistas, entre otros calificativos.
Las personas afiliadas a la masonería son parte de una élite cultural que se manifiesta públicamente de diferentes formas, el arte no es la excepción, incluso se ha usado como forma de reconocimiento simbólico entre los iniciados, un mensaje en el aire que no conoce límites y materializa las emociones, las percepciones, los vínculos, las relaciones que se llevan a cabo en las reuniones formales e informales de los masones.
Los objetos presentes en los rituales masónicos simbolizan un conocimiento, pero también, suelen ser o en algún momento fueron, creaciones artísticas, caso concreto los mandiles antes de su estandarización en el siglo XIX. Otra manifestación artística presente en las Logias son los cánticos, los cuales más allá de tener una finalidad didáctica, son formas de cohesión e identidad, no sólo entre masones sino en muchas sociabilidades como los Scout, Hooligans, Rotarios, mezcólatras o alcohólicos anónimos, plasmando sus finalidades sociales.
Entre las razonadas críticas que se le ha realizado a la masonería, sobre todo por entenderse como una organización que se manifiesta a favor de la libertad y la igualdad, se encuentra la exclusión. ¿La masonería es abierta? ¿Para quiénes, para los hijos de la razón y la libertad? La masonería al igual que muchas instituciones y las mismas personas, se parecen más a su tiempo que a sus padres, como reza el proverbio árabe citado por Marc Bloch. La institución masónica selecciona a sus integrantes basándose en manifestaciones ideológicas, virtud pública, autonomía económica, libertad, entre otras cualidades. El significado de las aptitudes referidas se ha trasformado al igual que la institución. En el caso de la exclusión étnica por parte de las logias corresponde a la mentalidad decimonónica influenciada por el darwinismo social, la cual se fue reinterpretando cuando, en el contexto colonial, se empezaron a instaurar Logias masónicas compuestas por extranjeros y nativos, fortaleciendo de manera fraterna los vínculos culturales y su occidentalización.
En el mismo tenor, se dio la exclusión por razones de género, las cuales desde el siglo XVIII fueron cuestionadas cuando se iniciaba a mujeres, sobre todo en la tradición francesa. Durante la temporalidad de expansión de la masonería, la participación de la esfera pública se justificó desde el pensamiento liberal, manifestando la exclusión de quienes no contaran con derechos civiles, como la propiedad, fuente que potencializa la libertad. Así la acción pública de las mujeres se limitó a ceremonias religiosas. Sin embargo siempre hubo quienes lo cuestionaron desde el liberalismo radical como Mary Wollstonecraft, como también dentro de la masonería, caso concreto el de Juana Paula Manso de Noronha, primera masona de Argentina e intelectual feminista, y el Belén de Sárraga Hernández, quien aprovechó las redes fraternas de la masonería para instaurar núcleos feministas cuando realizó un viaje por Argentina.
Entre los argumentos elaborados por algunos orientes y masones para la inclusión de la mujer en la masonería, se encontró la importancia de la secularización tanto del espacio público como del privado, asociando a la mujer con esa responsabilidad en el hogar, justificación que durante el siglo XX siguió encontrando vigencia, careciendo de un análisis desde la teoría de género. Entre las obediencias que se han manifestado más ortodoxas en ese sentido han sido las de tradición inglesa.

*Estudiante del Programa de Maestría en Historia,
Universidad Autónoma de Zacatecas
http://ntrzacatecas.com/2018/04/18/300-anos-masoneria-y-masones-1717-2017/

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