Proverbio egipcio

“El reino de los cielos está dentro de ti; aquel que logre conocerse a sí mismo, lo encontrará” Proverbio egipcio

miércoles, 18 de abril de 2018

Haim Horacio López Penha ejerció como Soberano Gran Comendador en la República Dominicana


Q:. H:. Haim Horacio López Penha

"A través de su combatida masonería, que motivó una  encendida polémica con la Iglesia Católica entonces representada por monseñor Ricardo Pittini, el Supremo Gran Comendador premió alumnos destacados, otorgó becas de estudios, obsequió libros de texto, creó dispensarios, acogió niños abandonados, socorrió a víctimas de desastres

Además de filántropo y bienhechor, Haim Horacio López Penha, a quien reconoce una calle del ensanche Paraíso, fue uno de los hombres más cultos, lúcidos e instruidos de su época, una mente preclara, liberal, progresista, laureado como escritor, celebrado científico, literato, pensador, magistral conferencista que aún en el otoño de su vida reunía grupos de jóvenes para transmitirles  experiencias y conocimientos  filosóficos.


Fue también inquieto urbanista.  Vivió en la avenida Independencia cuando las casas eran estancias y junto a la viuda Lugo, quien residía en el área colindante a su vivienda, inició la apertura de la hoy calle Doctor Delgado, donde justamente murió y le oficiaron  funerales el nueve de junio de 1968, cuando su corazón, que había sobrepasado tres infartos, dejó de latir, desgastado.
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Calle en honor de Haim Horacio López Penha, en el ensanche Paraiso

Iba casi a cumplir 90 años, comenta su hija Sarah Estela, su chiquitica parejera, que es la única sobreviviente de once que procreó con María Amelia Alfau Rojas, en el que las crónicas definieron como un hogar modelo.

Sarah, nacida el uno de mayo de 1924, atesora libros, notas, fotos e inolvidables legados de este padre singular que inundaba la casa con música de los grandes clásicos transmitida por una emisora de Inglaterra, y que heredó de él  el amor a la unión familiar. En casa nunca faltó un huésped, siempre estaba llena de primos y parientes lejanos, él propiciaba y disfrutaba esas visitas, dice la dulce dama, de gran lucidez mental,  paz,  amor a Dios y a la naturaleza, como su padre.

Cuenta que él veía al Creador en todo. ¡Mira que belleza!, exclamaba al ver una rosa. Y preguntaba: ¿Quién puede crear dos o tres flores iguales? Sólo Dios.

Cada mañana, evoca, abría las ventanas que daban al Este para contemplar el sol y caminaba hacia la Plaza Colombina (George Washington) a esperar la salida del Astro Rey, declara Sarah, hoy de 88 años.

Haim fue católico, manifiesta. Su madre lo educó católico y profesando esa religión se fue para Alemania, narra. El Dios que conocía, agrega, no era un Dios castigador. A pesar de los ataques que recibía por ser masón, hizo tanto bien a través de la masonería, comenta Sarah Estela, que confiesa, además, que el progenitor, a pesar de las funciones públicas desempeñadas en el trujillato, era de sentimientos antitrujillistas, pero no los manifestaba. Tuvo dificultades con el régimen tras reunirse con exiliados antitrujillistas en el extranjero.

Fue director de Telégrafos y Comunicaciones, regidor del Ayuntamiento de Santo Domingo, miembro del Consejo del Ayuntamiento del Distrito Nacional, senador de la República, ministro consejero en Washington, secretario del Comité Pro Inmigración Hebrea. Pocos años antes de su fallecimiento recibió las insignias de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero.

Primera ambulancia.  Nació en Santo Domingo el 13 de diciembre de 1878, hijo de (Moris) Moisés López de la Peña y Adelaida Marchena. Papá abrevió los apellidos de mi abuelo y desde entonces se convirtió en López-Penha.

Luego de recibir enseñanza primaria en la capital dominicana residió durante siete años en Alemania y cursó estudios superiores en Berlín con profesores particulares. Además del español, dominaba inglés, francés y alemán.

También vivió en Barranquilla, Colombia, con su tío, el poeta y novelista Abraham Z. López-Penha.  Su carrera literaria se inició a los 46 años publicando crónicas  en Listín Diario con el pseudónimo Doctor Mark, entre 1924 y 1926,  cuando también editaba la revista Lumen que circuló aquí y en el extranjero.

En 1928 su cuento Nilka fue premiado en el Certamen Literario Internacional, auspiciado por la revista Universal, de Nueva York.

A su iniciativa se debieron el Premio Masónico para estudiantes secundarios más distinguidos, y la fundación, en 1914, de la primera Sala de Socorros instalada en Santo Domingo. Un comité de Asistencia Pública establecido por él prestaba auxilios en la Sala, dotada de equipos y de la primera ambulancia-automóvil de servicio público en Santo Domingo.

Luego del paso del ciclón San Zenón fundó un dispensario que atendió a más de tres mil niños.

Como masón de alto grado, presidió por muchos años el Consejo del Grado 33 y ejerció como Soberano Gran Comendador.

 Sus otros diez hijos fueron Sibilla, Emma, Olga, Henry, Elsa, Haim, Fanny, Guillermo, César y Marianela. Sarah Estela lo recuerda alegre, bromista, amable, abierto, franco, creativo. Vivía inventando cosas.

Fundó el equipo Licey, del que era furibundo fanático, al que cargó los uniformes. En reconocimiento a su iniciativa fue obsequiado con una pelota con la firma de todos los jugadores de ese team de la época.

 Dejó publicados libros que aun hoy son demandados, algunos también laureados. Además de los citados están Hidalguía antillana; Senda de revelación, Renacimiento, premiada en 1940; Breviario de luz y amor y La pandilla, que al igual que Renacimiento relata costumbres y tradiciones nacionales. También dio a la luz un Estudio histórico acerca de la Masonería Dominicana.

Zoom

La calle

El 30 de agosto de 1972, tomando en cuenta que el ilustre ciudadano Don Haim Horacio López Penha y Marchena se destacó como escritor de altos vuelos, pensador de excelsas inquietudes, legislador, diplomático, amén de apasionado y emprendedor munícipe que supo ganarse el aprecio, respeto y consideración de la colectividad capitaleña, el Ayuntamiento del Distrito Nacional decidió designar con su nombre la antigua calle 26 del ensanche Piantini. Pero la vía, que nace en la avenida Abraham Lincoln y luego de hacer una curva acaba en la Kennedy, tiene su mayor ubicación en el ensanche Paraíso. Fue inaugurada en junio de 1973."
Escrito por: Ángela Peña


Publicado el: 3 marzo, 2012 en el Diario Hoy, República Dominicana
http://hoy.com.do/calles-y-avenidashonrar-a-un-excelente-ciudadano/

Foto suministrada  por el Q:. H:. Rafael Santana Viña

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