Trabajo publicado por el
periodista Marcos Rodríguez en la edición del día 10 marzo, 2018 del diario El
Caribe, República Dominicana. Cualquier inexactitud histórica se comprende…
Estas “sociedades secretas”
enseñan a sus integrantes a pensar de forma crítica sobre todos los temas
Las sociedades masónicas
nacen a raíz de la Revolución Francesa, de acuerdo con registros históricos,
que indican que en la época en la que existía el régimen feudal, los franceses,
ingleses y holandeses comenzaron a organizar logias. Estas organizaciones luego
se fueron expandiendo por otras regiones del mundo, como Estados Unidos y
Haití.
De acuerdo con Alfonso
Paulino Guzmán, Gran Secretario y Guarda Sello de la Gran Logia de la República
Dominicana, estas organizaciones llegaron a nuestro país a partir del siglo 19,
cuando Jean Louis Ferrand, gobernador de Santo Domingo en la llamada Era de
Francia, empezó a desarrollar logias francesas. Sin embargo, ya del otro lado
de la isla había decenas de masones haitianos congregándose.
Ser masón es ser un hombre ético,
de moral, y de buenas costumbres, según Guzmán. “Nosotros nos definimos como la
parte eminentemente moral del país. Dentro de la masonería no vas a encontrar
delincuentes, corruptos, la masonería es ética y moral, trabajamos para mejorar
al hombre, o sea, mejorarnos a nosotros mismos”, detalla.
Guzmán dice que a los
integrantes de estas organizaciones se les enseña cuestiones relacionadas con
el pensamiento filosófico, procurando “que el hombre piense y sea libre”. “Al
ser libres, no seguimos dogmas. Simple y llanamente somos una escuela de
pensamiento filosófico, todo lo investigamos. Quizá eso sea parte de que muchas
personas no conocen bastante lo que es la masonería, y por eso la condenan”.
Estos colectivos han sido
durante años objetos de críticas debido a su secretismo, funcionamiento, y
exclusión de la mujer. Sin embargo, Guzmán explica que más que “ser una secta
con secretos, son una organización discreta”.
Guzmán considera que ser
masón en nuestro país es un privilegio. “Ser masón es una filosofía de vida,
aceptamos a todos los hermanos que toquen la puerta, pero solo hacemos una sola
pregunta: ¿En quién creer? Debemos creer todos en Dios, no importa tu dios;
Mahoma, Alá, o cual quieras, porque lo importante es que como ser humano tengas
consciencia de que hay alguien superior a ti”.
Una logia funciona bajo los
criterios de un Gran Maestro, pero que aunque la dirige, no es superior a
ninguno de los otros. Es el primero entre sus iguales, asegura Guzmán, quien
agrega que la Gran Logia, que es la confederación de logias, la dirige este
Gran Maestro, que preside un Gran Consejo.
De acuerdo con Carlos Mora,
Gran Maestro de Ceremonias de la Gran Logia de la República Dominicana, en el
país existen 18 logias que agrupan más de 10 mil integrantes, en su mayoría
iniciados, que no necesariamente están activos.
Lo relativo a las reuniones
es una pregunta que cualquier persona interesada en el mundo del simbolismo
masónico se llega a hacer alguna que otra vez y que es válida por completo,
señala Mora. “Cualquier masón tendrá diversas respuestas pero lo cierto es que
todos hacemos lo mismo en esas reuniones, llevamos a cabo rituales”, dice.
La masonería es una
institución que tiene como uno de sus muchos objetivos, comunicar mediante una
serie de símbolos alguna enseñanza en particular.
En las logias masónicas
todos los símbolos juegan un papel muy importante en la comprensión tanto de
los grados como de la institución misma. Así es como llegamos al tema de los
rituales.
El ritual masónico es un conjunto sistemático de elementos simbólicos que tienen como objetivo transmitir una enseñanza particular. De tal suerte que los rituales son protagonistas en lo que hacen en sus reuniones.
El ritual masónico es un conjunto sistemático de elementos simbólicos que tienen como objetivo transmitir una enseñanza particular. De tal suerte que los rituales son protagonistas en lo que hacen en sus reuniones.
El rito masónico es un
conjunto sistemático de “grados” que tienen como objetivo explicar una alegoría
completa brindando enseñanzas a sus iniciados. En otras palabras, los ritos
buscan que el candidato tenga una visión de la masonería desde la perspectiva
de ese rito en particular, por lo tanto el Rito Escocés Antiguo y Aceptado tiene
una forma peculiar de interpretar las enseñanzas masónicas que estima
necesarias para que un masón esté “completo”.
En el mundo es posible
encontrar al menos 10 ritos establecidos y que tienen un origen rastreable y
otros tantos que son considerados “irregulares”. Los principales ritos que hay
son el Rito Escocés Antiguo y Aceptado versión europea, el Rito York, el Rito
Memphis-Mizraim, el Rito Francés, el Francés Moderno, el Rito Escocés
Rectificado, el Rito Zinnendorf, el Rito de Schröder, el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado versión Americana en sus variantes Norte-Sur y el Rito Swedenborg. De
los cuales, solo los primeros tres son los que practican en nuestro país.
Algunos de estos ritos
cuentan con los llamados grados simbólicos y otros están reservados para
practicarse después del tercer grado.
Según los grados del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado, la masonería se divide de la siguiente forma:
Grados 1 a 3, masonería simbólica; grados 4 a 30, masonería filosófica; y
Grados 31 a 33, masonería sublime.
De acuerdo con Carlos Mora,
tradicionalmente el paso de un grado a otro se produce en una ceremonia de
iniciación. Los más importantes corresponden a los del Escocés Antiguo y
Aceptado.
Además del sentido que
encierra cada símbolo y que se explica en las ceremonias de iniciación que se
celebran para el acceso a los diversos grados, los símbolos permiten
identificarse a los masones entre sí (también existen toques de mano y señas).
Pero varían según los países y las logias.
Existen símbolos como el
triángulo, la estrella de cinco puntas, el martillo, la escuadra, el compás, la
rama de acacia, las columnas, la piedra cúbica, la piedra bruta, el libro, la
cadena de unión, el sol, la luna, el delta luminoso, el nivel, la plomada, el
cincel, la letra G, la B y la J.
En el desarrollo de las
diversas ceremonias los participantes emplean mandiles, bandas, sombreros, un
puñal, espadas, etc. En cada logia hay banderas y un escudo propio.
El local donde tienen lugar
las tenidas y ceremonias, que siguen una estructura determinada, tiene una
concreta configuración material, columnas, puertas, salas de reflexión anexas,
pinturas en paredes, simbologías, entre otras cosas.
Las logias del país no
aceptan mujeres
Existen organizaciones
masónicas masculinas, femeninas y mixtas, por lo que las mujeres que quieran
ingresar en masonería pueden hacerlo, explica Carlos Mora, quien, sin embargo,
advierte que en República Dominicana todavía no hay logias que permitan a mujeres.
“Nosotros funcionamos como un Estado, y sobre nosotros hay otra organización
superior de la que debemos guiarnos. El tema de las mujeres en las logias
siempre ha sido tema de conversación, pero aquí todavía no las permitimos, no
estrictamente porque no queramos, sino por asuntos internos de nuestra
organización”, argumenta Mora. A pesar de ello, la historia recoge que desde
hace siglos ha habido mujeres en la masonería. En República Dominicana sí
existen otras organizaciones de novias o mujeres de masones. Esta exclusión de
las mujeres, según estudios sobre el tema, se da en la rama conocida como
masonería regular o masonería inglesa. El asunto de las mujeres masonas tiene
una doble vertiente: la aceptación de mujeres por parte de las organizaciones y
el reconocimiento de las mujeres como masonas.
Discreción
La gente piensa que somos una secta secreta, pero realmente lo que somos es una organización discreta que enseña el pensamiento crítico”
La gente piensa que somos una secta secreta, pero realmente lo que somos es una organización discreta que enseña el pensamiento crítico”
Fuente: http://www.elcaribe.com.do/2018/03/10/las-logias-en-santo-domingo/
Muy interesante .
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